El Ciberbullying

El Ciberbullying




El Ciberbullying (CB) o acoso virtual es un acto agresivo e intencionado, llevado a cabo de manera repetida, mediante el uso de formas de contacto electrónicas por parte de un grupo o de un individuo contra una víctima que no puede defenderse fácilmente.
Así pues, el Ciberbullying es ese acto reiterativo de acosar, agredir y dañar a otra persona a través de medios telemáticos: internet, telefonía móvil, etc.

En los últimos años se ha producido un gran avance de la tecnología y de los medios digitales, y cada vez utilizamos el internet para un mayor rango de actividades, especialmente esas relacionadas con la comunicación.
Redes sociales como Facebook, Twitter, Instagram, aplicaciones de mensajería como Whatsapp, Skype, Viver, servicios de mensajería electrónica como Hotmail, Gmail, Yahoo…
Todos ellos nos permiten comunicarnos de una forma fácil y rápida, pero al mismo tiempo nos adentran a todos nosotros en un mundo virtual.
Este mundo virtual cobra especial importancia cuando lo utilizan niños y adolescentes, ya que acceden de una forma directa y autónoma (muchas veces sin la vigilancia de sus padres) a un mundo difícil de controlar.

Y es aquí donde aparece el CB, cuando niños y adolescentes utilizan estas plataformas para acosar, agredir o atacar psicológicamente a otros menores con una aparente libertad y un escaso control.

¿Cómo se manifiesta el Ciberbullying?



El Ciberbullying se puede manifestar de cualquier manera, ya que los medios telemáticos ofrecen una gran variedad de formas de expresión.
De hecho, la manifestación del CB queda reservada a la imaginación que pueda aplicar el acosador dentro del mundo tecnológico.
No obstante, existen una serie de acciones de CB que se presentan con mayor frecuencia que otras.
Con el objetivo de identificar mejor posibles casos de Ciberbullying y delimitar un poco mejor este fenómeno que a menudo puede resultar ambiguo, a continuación comentaré las 10 manifestaciones más usuales de CB.
1.      Publicar y compartir con perfiles públicos de internet contenido que pueda perjudicar, avergonzar o humillar a la persona. El contenido pueden ser imágenes reales o formateadas, datos personales, opiniones, expresiones, etc.
2.      Suplantar a la víctima en webs o redes sociales, creando un perfil falso con el nombre y fotografías de la persona. Los perfiles suelen editarse con contenido negativo o humillante para, como en el caso anterior, avergonzar o ultrajar a la víctima.
3.      Utilizar perfiles como el anteriormente descrito para añadirlo en webs destinadas a la mofa o ridiculización. Un ejemplo habitual suele ser dar de alta perfiles de la víctima en webs donde se trata de votar a la persona más fea, tonta, patosa, etc. Posterior se divulga el perfil con el objetivo de que lo vea la mayor cantidad de personas posible.
4.      Utilizar los perfiles falsos de la víctima para escribir en primera persona a modo de confesiones sobre determinados acontecimientos, siempre con un discurso humillante. Las temáticas suelen ser sexuales, personales, anécdotas satíricas, etc.
5.      Hacerse pasar por la víctima en foros o chats, expresándose de una forma agresiva o provocadora, con el objetivo de crear conflictos con personas para que estas, posteriormente, le recriminen su comportamiento a la víctima (no al acosador el cual no muestra su identidad).
6.      “Hackear” las claves de acceso del correo electrónico o las cuentas en redes sociales de la víctima para leer sus mensajes, violar su intimidad, crear conflictos con sus contactos y cambiar la contraseña para que la víctima no pueda volver a acceder en sus propias cuentas.
7.      Provocar a la víctima en los servicios webs que utiliza y que contengan moderador (chats, foros, juegos on-line), para conseguir que esta responda de forma violenta, y posteriormente denunciar su reacción para que sea excluida o expulsada.
8.      Dar de alta la dirección de correo electrónico de la víctima en sitios webs desagradables o que no sean de su agrado para que reciba “spam” en su correo.
9.      Hacer circular por la red rumores sobre comportamientos o acciones reprochables de la víctima, para que su círculo social lo lea, lo crea y ejerzan sus propias formas de represalia o acoso. De este modo, el acosador consigue que otras personas ajenas al Ciberbullying también reprochen o acosen a la víctima.

Dicho esto, cabe remarcar que cuando hablamos de CB estamos haciendo referencia a ese abuso que se realiza entre iguales.
Es decir: el Ciberbullying es el acto que hace un niño o adolescente de acosar a otro niño o adolescente de su misma edad (o parecida).
Por lo tanto, se excluyen de este término todas esas situaciones en las que no hay menores en ambos extremos del acoso

Consecuencias del Ciberbullying


EL CB tiene consecuencias negativas para todos los implicados (agresores, víctimas y observadores), aunque lógicamente, los que salen peor parados son las víctimas.
A través de distintos estudios, se ha demostrado que el CB causa los mismo efectos que el Bullying tradicional, y el hecho de que la agresión sea virtual y no de forma directa o física, no constituye un efecto protector sobre la víctima.
Las consecuencias que se han demostrado hoy en día sobre el Ciberbullying son las siguientes:
·         Las víctimas de CB tiene mayores probabilidades de sufrir síntomas depresivos y de ansiedad, problemas de comportamiento y ajuste social, y consumo de drogas.
·         La víctimas de CB ven mermada su autoestima y autoconfianza, empeoran sus resultados académicos, y disminuyen sus relaciones sociales.
·         Muchas víctimas de CB se pueden convertir en acosadores.
·         El CB produce sentimientos de ira, rabia, tristeza, frustración e indefensión en las víctimas.

Causas


Personales: Un niño que actua de manera agresiva sufre intimidaciones o algún tipo de abuso en la escuela o en la familia.
Adquiere esta conducta cuando es frecuentemente humillado por los adultos.
Se siente superior, ya sea porque cuenta con el apoyo de otros atacantes o porque el acosado es un niño con muy poca capacidad de responder a las agresiones.
Familiares: El niño puede tener actitudes agresivas como una forma de expresar su sentir ante un entorno familiar poco afectivo, donde existen situaciones de ausencia de algún padre, divorcio, violencia, abuso o humillación ejercida por los padres y hermanos mayores; tal vez porque es un niño que posiblemente vive bajo constante presión para que tenga éxito en sus actividades o por el contrario es un niño sumamente mimado.
Todas estas situaciones pueden generar un comportamiento agresivo en los niños y llevarles a la violencia cuando sean adolescentes.
En la escuela: Cuanto más grande es la escuela hay mayor riesgo de que haya acoso escolar, sobre todo si a este factor se le suma la falta de control físico, vigilancia y respeto; humillación, amenazas o la exclusión entre personal docente y alumnos.

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